Ambivalencia materna 1

-Nina estoy muy cansada. ¿Por qué no intentás cerrar los ojos y te canto un poquito?

-No tengo sueño, mamá.

-Son las 10 de la noche y te despertaste a las 5 de la mañana, ¡tenés que dormirte!

– Es que estoy pensando...

– ¡Es momento de descansar! 

– Mamáaaa…

– ¡¿Si?!

–  Gracias por existir. Toda mi vida pensaba que ibas a nacer.