Fantasticland

De Ana Wajszczuk

«Basta. Es la última vez que me someto a esto. Van cinco años. Basta.»

Así empieza la novela Fantasticland de Ana Wajszczuk. Cinco año de intentar tener una hija. Cinco años de procedimientos hormonales. De visitar clinicas de fertilidad. De someterse en cuerpo y alma para cumplir ese extraño deseo que le brotó entrando a la cuarta edad: ser madre. 

Una novela de autoficción, un género que me sigue fascinando por su potencia, por su honestidad y por hablarnos desde un espacio íntimo de una experiencia personal que es universal. 

La protagonista está obsesionada con la idea de ser madre. Hacia la mitad del libro, cinco años después, ocurre un hecho que lo cambia todo. A partir de ahí, analiza con ironía, humor e inteligencia ese deseo de maternidad y la ambivalencia que surge de la experiencia.